viernes, 5 de noviembre de 2010

La hija murguera

Está comprobado que la murga puede cambiar las reglas de una casa 
y a las personas que habitan en ella también.



Esto es lo que pasa cuando la platillera usa su casa como refugio 
y taller de su murga.
Un saludo en nombre de Murga "Que nunca falte" a doña Adriana 
(la mamá y dueña de la casa).

Gata de oficina


¿Quién dijo que los gatos no son fotogénicos?